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domingo, 22 de noviembre de 2009

Salamina (Caldas, Colombia), tierra de nuestros ancestros



Las fotos son tomadas por Alex Galvis y publicadas en el blog "Salamina Caldas, Colombia"

Grandes fueron las correrías por Colombia de los Españoles que trajeron los apellidos Arango y Mejía al país. Los descendientes de ellos, finalmente fueron a parar a Salamina, población ubicada en las montañas de la cordillera central.

Hay que haber recorrido las montañas de Caldas y Antioquia, para entender el tesón y berraquera que pusieron estos colonizadores a su empresa de expansión en busca de nuevas y mejores tierras tierras para ellos y sus descendientes. Este entendimiento se hace mas claro cuando se visita el monumento a los colonizadores, ubicado en el Lago de Aranguito en el extremo del corredor turístico del Alto de Chipre en la ciudad de Manizales. De acuerdo con las crónicas, en este sitio se subió a la copa de un árbol, Joaquín Arango Restrepo, uno de los 20 fundadores de Manizales (Nuestro ancestro por parte de la abuela Cecilia Arango Jaramillo), y divisó desde la copa del mismo, las extensas tierras donde hoy está ubicada la ciudad y dijo (Palabras más, palabras menos): "Esto está bueno para fundar una ciudad". Viendo este monumento, entendemos todo lo dicho.

Allá en Salamina vivieron nuestros ancestros Pedro Arango y su esposa Luisa Ruiz, padres de Jesús María Arango Ruiz, quien se casó con Ana Joaquina Gómez Alzate Duque, quienes fueron los padres de Joaquín Arango Gómez, quien se casó con Sara Mejía Toro. Joaquín y Sara fueron los padres de nuestro abuelo Jesús María Arango Mejía.

Igualmente allá vivieron don Ramón Mejía y doña Chiquinquirá Salazar, padres de José María Mejía Salazar quien se casó con Gregoria Toro Giraldo y fueron los padres de Valentín Mejía Toro, quien se casó con Ana Rosa Restrepo Alvarez del Pino, Valentín y Ana Rosa fueron los padres de Bernardo Mejía Restrepo, nuestro abuelo paterno.

Salamina fue fundada por Fermín López, Pablo López, Manuel López, Juan José Ospina, Carlos Holguín, Francisco Velásquez, Nicolás y Antonio Gómez Zuluaga, José Hurtado, José Ignacio Gutiérrez, Nicolás Echeverri, entre otros personajes que son recordados y respetados por la comunidad. Así mismo se conoce que buena parte de los fundadores de Salamina fueron mujeres como Ana Josefa García, Trinidad Álvarez Mesa, Micaela Delgado, Manuela Villa, entre otras.

Salamina nació a la vida civil el ocho (8) de junio de 1.825, por decreto ejecutivo firmado por el general Francisco de Paula Santander, Vicepresidente de la República. Como el proceso de colonización queda descrito en lo relacionado con los municipios de Pácora y Aranzazu, tomamos una bella pieza fragmentada, de Jaime Salazar López, que resume el proceso de la ilustre ciudad.
“El bello nombre de Salamina es un célebre topónimo de raíz greco - oriental que tiene un noble significado de la paz. Evocador de memorables fastos, llamaronse así en la antigüedad clásica una ciudad chipriota fundada por Teucro después de la guerra de Troya, donde se libró la batalla que restableció el predominio marítimo de Atenas y la isla del golfo de Salónica donde la armada griega, al mando de Temístocles, venció la flota persa del rey Jerjes en el año 480 antes de Cristo, preservando la cultura helénica del vasallaje oriental.

“Así se llama hoy la ciudad fundada en 1.825 en el extremo de un contrafuerte andino por un puñado de esforzados labriegos capitaneados por Fermín López, epónimo descubridor de nuevas tierras, después de un largo y audaz periplo por montes y collados, que se constituyó en el epicentro de la colonización antioqueña durante buena parte del siglo XIX y en el meridiano socio - político y cultural del sur de Antioquía. De allí partieron por diferentes rutas los fundadores de Filadelfía, Neira, Santa Rosa de Cabal, Manizales, Aranzazu, Pensilvania, La Merced, Marulanda, San Félix y Armenia, por lo que Salamina es llamada con justicia “Madre de Pueblos”. Antiguos dominios de Posoes, Armas y Chamberíes, tribus ya extinguidas de la gran familia caribe, fue teatro de nobles episodios de la odisea antioqueña emprendida en 1.787, y no menos heróica que la conquista española. En el hecho de armas del cinco de mayo de 1.841 librado en la inmediaciones de la población, las fuerzas de Antioquía comandadas por don Braulio Henao, consolidaron la unidad de la provincia. Trece años después, en 1854, el Batallón Salamina, conducido por el mismo legendario guerrero, cruzó victorioso el puente de Bosa y contribuyó decisivamente a derribar la dictadura de Melo.

“La aldea había comenzado a poblarse en torno a la plaza principal, histórica y hermosa, adornada hoy por la artística fuente parisiense, el Pastor de almas y Robledo el poeta terrígeno. “Pueblo de fe y libertad”, como reza el coro de su himno, erigió en el costado norte el templo católico, joya de original estilo arquitectónico, imitada pero no igualada, soñada y diseñada por el súbdito inglés William Martín, protestante y masón y edificada por los presbíteros Isaza y Barco, no menos pujantes que los fundadores. Allí la preciosa imaginería, ya parisiense, ya barcelonesa, ora tallada por las manos ingeniosas de Carvajal, sus finas maderas primorosamente labradas por Tangarife y sus altas y sonoras campanas forjadas en la propia fragua doméstica con las joyas donadas por sus damas.

“Salamina es un poblado pintoresco de calles rectas y angostas, que antaño tuvieron nombres de héroes y batallas, de casas típicas de la colonización “paisa” con costumbres españolas, de anchos aleros sombreadores, sintomáticos de la hospitalidad de sus gentes, ventanas “arrodilladas” de acentuada curvatura, balcones neoclásicos de hierro forjado o madera tallada donde se acuñó la elocuencia caldense, amplios zaguanes propicios para la afable tertulia y el tierno idilio, portones y contraportones de bordada ebanistería que dejan entrever al curioso visitante, floridos, fragantes y ensoñadores jardines en patios enclaustrados, portadas de comedor ricamente labradas con remates en altos y bajos relieves, cargados de flores y frutos que enmarcan graciosas o grotescas figuras humanas.

Es el influjo tardío del barroco sobre la exuberante y recóndita región antioqueña. Trepada airosamente sobre un anticlinal cordillerano, la antigua capital provincial conserva bien su fisonomía decimonónica, nimbada por el cielo purísimo, trasparente, con sus soles inmensos y sus noches consteladas y un tibio clima para el sosiego del espíritu.

“Sus moradores. Clasistas, más no racistas, empuñaron las armas en los albores de la historia aldeana, herencia quizás del empuje y trashumancia de los montañeses. Hoy son pacíficos labradores y sagaces mercantes con acendrada vocación por las bellas letras.

“La espada cedió galante el paso a la espiga y la pluma, y las tres, entrelazadas, conforman las armas del escudo salaminita. En 1897 fundaronse “La Tertulia Literaria” y el Banco de Salamina. Empresas de la inteligencia y el progreso que registran dos momentos estelares en la historia de la ciudad. Ya en 1.844 había nacido la salamineña Agripina Montes del Valle, la “Musa del Tequendama” que pinta con vigor y opulencia geniales la maravilla natural y entra en el escenario de la lírica castellana encomiada por Valera, Pombo, Gómez Restrepo y Maya, reinvindicando el valor de la mujer en la América hispana. Después de ella vendrían Juana Bautista López, Eusebio, Emilio y Jorge S. Robledo, Ricardo Tirado Macías, Luis Alzate Noreña, Tomás Calderón, Daniel Echeverri, Fernando Mejía Mejía y otros cultores de Arte que hicieron de Salamina la “Ciudad Luz”, primero de Antioquía la Grande y luego del Viejo Caldas. Sobre la hidalga ciudad ha soplado con potencia el Espíritu”.

La historia eclesiástica de Salamina nace con la ciudad misma. Sin embargo, el primer sacerdote aparece posesionado con fecha 18 de marzo de 1829, siendo tal el padre Ramón Marín, medellinense, quien ese mismo día hizo apertura de los libros parroquiales. El padre Marín fué miembro y presidente del primer cabildo salamineño en 1842, edificó la primera iglesia, el cementerio y las casas para escuelas y echó las bases de la prosperidad moral y material de la población.

El 27 de enero de 1.856 llegó a Salamina, con nombramiento de Cura, el sacerdote abejorraleño Manuel Canuto Restrepo, quien fué representante electo a las legislaturas de Antioquía y los congresos granadinos, obispo de Pasto y asistente al Concilio Vaticano I. El Padre Restrepo era un hombre inteligente, de vasta erudición, eminente orador sagrado y uno de los más notables prelados colombianos. En el año de 1.865 fué cura interino el sacerdote Carlos José Ortiz. Fué sucedido el mismo año por el presbítero Francisco Antonio Isaza, oriundo de Itaguí, quien como Cura Excusador de Salamina inició una nueva época de progreso moral y material en la historia de la parroquia, “un despuntar de la fe”, con la construcción del templo mayor. En abril y mayo de 1.876 ejerció como encargado con funciones de párroco el padre Felipe Suarez, quien fundó el hospital de caridad San Juan de Dios, que hoy lleva su nombre. En mayo de 1.877 se encargó de la vicaría foránea el presbítero Baltazar Vélez. El padre Vélez impulsó en la ciudad el cultivo de las bellas letras, que luego le darían a Salamina el calificativo de “Ciudad Luz”.

El 21 de enero de 1.881 llegó a Salamina el presbítero rionegrino José Joaquín Barco. El 22 de abril de 1.877 fué nombrado Cura Excusador de Salamina por el obispo, Monseñor Bernardo Herrera Restrepo, gozando luego del título en propiedad. Luego fué nombrado para el curato de la catedral de Manizales. Regreso después a Salamina y fué párroco hasta el doce de diciembre de 1.912, fecha de su muerte. Durante treinta y dos años sirvió la parroquia que edificó con sus virtudes y levantó con su espíritu progresista y cristiano. El magnífico y hermoso templo, el hospital de caridad, el artístico cementerio, la casa de beneficencia, las escuelas y colegios, las hermanas de la Presentación todo esto y mucho más le debe Salamina al padre Barco. En el año de 1952 se erigió una estatua suya en la plaza mayor, frente al templo parroquial.

De 1.913 a 1.927 fué cura propio el padre Rafael Ramírez. Sucedió al padre Ramírez el presbítero sonsoneño Gonzalo Uribe Villegas, encargado en propiedad de la cura almas desde 1.927 hasta enero de 1.931. De 1.931 a 1.933 fué cura propio el presbítero manizaleño Benjamín Muñoz. Vino luego el doctor Isaías Naranjo, nacido en Apía, cura desde 1.933 hasta 1,938. De noviembre de 1.938 a febrero de 1.939 entró en funciones como vicario sustituto el presbítero salamineño Rubén Mejía Ángel.

Por medio del decreto 109 del 21 de febrero de 1.939, el obispo nombró vicario ecónomo de Salamina al también sacerdote salamineño don Carlos Isaza Mejía, hasta entonces cura de Aranzazu. De abril a septiembre de 1.950 y por ausencia del padre Isaza regentó la parroquia otro salamineño, el presbítero Guillermo Duque Botero. Al ser nombrado Monseñor Isaza en 1.977 cura párroco de la Basílica Metropolitana de Manizales y Deán del capitulo catedralicio, fué designado cura párroco y vicario foráneo de Salamina el presbítero antioqueño Luis Enrique Hoyos Ochoa que al celebrar en 1.985 las bodas de plata sacerdotes, fué elevado a la dignidad del Prelado de Honor del Papa Juan Pablo II.

Situada en la Cordillera Central, a 76 km de Manizales, con una altura de 1.775 metros sobre el nivel del mar, posee una superficie de 400,6 kilómetros cuadrados y su temperatura promedio es de 22°C. Cuenta con una población de 27.103 habitantes.Sus calles y arquitectura en general (madera, guadua y tierra) le han merecido la denominación de Monumento Nacional y Patrimonio Arquitectónico. También fue cuna de escritores y poetas. Sus platos típicos son la trucha en todas sus variedades y los huevos al vapor y son famosos los panderos de Salamina.

PERSONAJES:

Agripina Montes del Valle, Poetisa; Juan Bautista López, Historiador; Emilio Robledo Correa, Historiador, Gobernador, Académico; Jorge S. Robledo, Poeta; Rodrigo Jiménez Mejía, Cronista; Fernando Mejía Mejía, Poeta; Leonidas Amaya, Cuentista; Monseñor Rubén Isaza Restrepo, Arzobispo; Guillermo Isaza Mejía, Gobernador; Daniel Echeverri Jaramillo, Poeta; Guillermo Duque Botero, Historiador, Germán Mejía Duque, Gobernador; Camilo Mejía Duque, Congresista y Gobernador; Bonel Patiño Noreña, Historiador y Novelista; Martha Patricia Isaza Quintero, Poetisa; Uriel Giraldo Álvarez, Poeta laboreado en varios concursos departamentales y nacionales.
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Información de contacto: misraicespaisas@yahoo.com

domingo, 15 de noviembre de 2009

Los Mejía: origen de nuestro apellido en Colombia

Por:  Bernardo Mejía Arango

De acuerdo con el contenido del libro “Genealogías de Antioquia y Caldas” escrito por Gabriel Arango Mejía, fue Don Juan Mejía de Tobar Montoya (Quien vivió entre 1600 y 1664), el fundador de la muy extensa familia de su apellido que existió inicialmente en Antioquia y que hoy día se extiende por todo el país. 

Aunque se habla del origen vasco del apellido Mejía, don Juan Mejía de Tobar Montoya tenía su residencia en Villacastín (León y Castilla), cerca de Segovia, España. Allí llegaron los Mejía provenientes de Galicia, y a su vez a Galicia llegaron provenientes de la Mesia, a orillas del río Danubio, a su vez a orillas del mar Negro. Es probable que en este recorrido hayan tenido asiento en el país Vasco y que de allí se hayan desplazado a Galicia (Entre otras cosas, a la defensa de Santiago de Compostela) que era un bastión del catolicismo y que tenía relación con el apóstol Santiago.

Por información que le expidieron a Don Juan Mejía de Tobar Montoya antes de salir de España hacia Indias, consta que fue natural de Villacastin, provincia de Segovia en Vizcaya, e hijo legítimo de Don Juan del Puerto Mejía (Quien vivió en Villacastín entre 1578 y 1684) y Doña Constanza Montoya Peláez quien era natural de Aranda del Duero. 

Según el libro de Gabriel Arango Mejía, “cinco testigos declaran que saben y les consta que Don Juan del Puerto Mejía (Padre de Don Juan Mejía de Tobar), fue hijo natural de Don Juan Mejía de Tobar y una mujer doncella cuyo nombre se desconoce, aunque muy probablemente su apellido era Del Puerto.

Don Alonso era a su vez hijo de Alonso Mejía Pedraza y Doña Jerónima de Tobar y Rivera, padres igualmente de Pedro y Miguel Mejía de Tobar. Pedro se casó con Doña Catalina Mejía y fueron los padres de Pedro Mejía de Tobar y Mejía, conde de Molina, sobre el cual se consigue documentación cuando se investiga en Internet todo lo referente a Villacastín en España.

Don Juan Mejía de Tobar viajó a Indias cuando tenía entre 17 y 19 años (Entre 1602 y 1605). Se cree que llegó primero a Cartago (En el Valle del Cauca), ciudad que mantenía mucho comercio con Santafé de Antioquia y por eso se cree que allá fue a parar Don Juan, donde en 1608 contrajo matrimonio con Doña Elvira Ramírez de Coy y Sánchez Torreblanca.

En 1608 montó en Santa fe de Antioquia una escuela y luego, con el tiempo, llegó a tener un próspero negocio de arriería, el cual cubría entre otras rutas al vía a Puerto Nare en el Valle del Magdalena. Después se compró un hato en el Valle de Aburrá, allí murió en 1664.

Don Juan Mejía de Tobar Montoya tuvo ocho hijos (Tomás Gregorio, Antonia, Juan, Mariana, Francisco, José María, Constanza y María). 

La sucesión de nombres hasta llegar a nosotros, es la siguiente:

1. Don Juan Mejía de Tobar Montoya, se casó  con Elvira Ramírez de Coy y Sanchez Torreblanca. Fueron los padres de Tomás Gregorio Mejía Ramírez de Coy.

2. Tomás Gregorio Mejía Ramírez de Coy, se casó con Luisa Mejía Delgado. Fueron los padres de Tomás Mejía Mejía.

3. Tomás Mejía Mejía se casó con Isabel Jerónima de la Rosa Soler Ruiz. Fueron los padres de José Miguel Mejía Soler.

4. José Miguel Mejía Soler se casó con María Ignacia López de Restrepo y Tazón. Fueron los padres de Juan José Mejía Restrepo.

5. Juan José Mejía Restrepo se casó con Bárbara Echeverri Villa; fueron los padres de  Anselmo Mejía Echeverri. 

6. Anselmo Mejía Echeverri se casó con Josefa Ramírez Hoyos, fueron  los padres de Ramón Anselmo Mejía Ramírez.

7 Ramón Anselmo Mejía Ramírez  se casó con Cornelia Nepomucena Chiquinquirá Salazar Gómez; fueron los padres de José María Máximo Mejía Salazar. En  Salamina Caldas, el primer Mejía en los registro de Guillermo Duque Botero autor del libro "Genealogías de Salamina" es don Ramón Mejía (Cuyo nombre completo es Ramón Anselmo), quien actualmente sabemos que procedía de Marinilla en Antioquia.  Ramón Anselmo y Cornelia Nepomucena Chiquinquirá fueron los padres de José María Máximo Mejía Salazar.

7. José María Máximo Mejía Salazar se casó con  Gregoria Toro Giraldo. Ellos fueron los padres de nuestros dos bisabuelos Mejía: Valentín Mejía Toro y  Sara Mejía Toro. Sara se casó con Joaquín Arango Gómez, de allí desciende nustro abuelo Jesús María Arango Mejía, padre de Elvia Arango Duque y Luis Abel Arango Gómez. Otros hermanos de Valentín y Sara fueron: Mercedes, Concepción y Rosa.

8. Valentín Mejía Toro se casó con Ana Rosa Restrepo Alvarez del  Pino, quienes fueron los padres de nuestro abuelo Bernardo Mejía Restrepo

9. Bernardo Mejía Restrepo se casó con Cecilia Arango Jaramillo. 

10. Bernardo y Cecilia tuvieron cuatro hijos: Ana Rita, Arturo, Jaime y José Valentín.

11. Ana Rita Mejía Arango se casó con Luis Abel Arango Gómez y fueron los padres de Cecilia Arango Mejía.

12. Arturo mejía Arango se casó con Elvia Arango Duque y fueron los  padres de Bernardo Mejía Arango.





lunes, 2 de noviembre de 2009

Los Arango: 14 y 15 generaciones

A partir de don Domingo Antonio de Arango y Valdés y su esposa doña Olaya de Zafra Castrillón, quienes originaron el apellido Arango en Colombia y a quienes contaremos como la generación 1, se tienen registradas 14 generaciones así:

1. Domingo Antonio de Arango y Valdés, nacido alrededor de 1635 en Villagonzay, San martín de Arango, Asturias, España. Falleció el 2 de diciembre de 1677 en Rionegro (Antioquia), a la edad de 42 años. Sus restos reposan en la Iglesia de San Nicolás de Rionegro. Se casó en 1660 en el Valle de Aburrá, con doña Olaya de Zafra Castrillón quien había nacido en Arma Vieja, departamento de Caldas.

2. Esteban Arango Zafra, Alférez, nacido en 1670 en Medellín. Falleció en Medellín. Se casó el 19 de diciembre de 1694 en el Valle de Aburrá, con doña Gertrudis Vélez de Rivero Toro, quien había nacido en 1674

3. José Eugenio Arango Vélez nació en 1697 en Rionegro, falleció en Rionegro. Se casó el primero de mayo de 1715 con María del Carmen Echeverri Echagüe, quien había nacido en 1702

4. Cristobal Arango Echeverri. Nació en 1720 en Rionegro, Murió en Medellín. Cristobal se casó en Medellín con Lorenza Francisca del Carmen Angel y Uribe, quien había nacido en 1724.

5. Pedro Pablo Arango Angel. Nació alrededor de 1754 en Medellín. Falleció el 4 de diciembre de 1836 en La Ceja, Antioquia.  A pertir de don Pedro Pablo Arango Angel, se originaron las dos ramas de Arango que nos conciernen: tanto Cecilia como yo, Bernardo, tenemos doblemente el apellido Arango, nuestros padres son respectivamente: Arturo Mejía Arango y Elvia Arango Duque; Luis Abel Arango Gómez y Ana Rita Mejía Arango.

Las dos ramas de los Arango que nos conciernen se originaron a partir de  don Pedro Pablo Arango Angel, quien se casó dos veces: Se casó el 14 de febrerdo de 1779 en Rionegro, Antioquia, con doña María Josefa Botero Echeverri, nacida el 17 de junio de 1764 en Medellín. A partir de este matrimonio se originó el apellido Arango de Arturo y Ana Rita Mejía Arango, quienes descienden de Esteban Arango Botero

Pedro Pablo Arango Arango Angel se casó con Josefa Dolores Restrepo Uribe y a partir de allí se originan los Arango de nuestros padres Arturo y Ana Rita Mejía Arango.

En un segundo matrimonio,  don Pedro Pablo Arango Angel se casó con doña Cipriana Montoya Mejía y de ese matrimonio provienen los Arango  de Luis Abel Arango Gómez y de Elvia Arango Duque.

Diagrama para hacer el seguimiento de nuestras dos familias Arango (La de Arturo Mejía Arango y su hermana Ana Rita; la de Elvia Arango Duque y su hermano medio Luis Abel Arango Gómez), desde don Domingo Antonio de Arango y Valdés, quien trajo el apellido a Colombia.

Seguiremos primero por la linea de Arturo Mejía Arango y de Ana  Rita Mejía Arango.

6. Esteban Arango Botero. No se dispone de datos de nacimiento. Esteban se casó el 9 de febrero de 1807 en Rionegro , Antioquia, con doña Josefa Dolores Restrepo Uribe, quien había nacido el 4 de octubre de 1788 en Rionegro

7. José Joaquín Arango Restrepo. Nació el 15 de abril de 1809 en Rionegro. Se casó el 23 de junio de 1827 en Manizales, Caldas, con doña Eulalia Palacio Restrepo.

José Joaquín Arango Restrepo fué uno de los integrantes del grupo de 20 personas que fundaron a Manizales. A partir de José Joaquín, la historia de la familia está ligada a Manizales y el norte del departamento de Caldas que era el sur del departamento de Antioquia en otra época.

8. Francisco Arango Palacio. No se dsipone de datos de nacimiento. Se casó con doña Bernardina Jaramillo Palacio.

9. Francisco Arango Jaramillo. No se dispone de datos de nacimiento. Se casó con María Rita Jaramillo Palacio.

10. Cecilia Arango Jaramillo. Nació el 11 de noviembre de 1898 en Manizales. Falleció el 24 de abril de 1948 en Tuluá, Valle del Cauca. Se casó con Bernardo Mejía Restrepo.

11. Bernardo y Cecilia fueron los padres de Ana Rita (Madre de Cecilia Arango Mejía), Arturo (Padre de Bernardo Mejía Arango), José Valentín y Jaime.

De esta manera, la historia de las familias Mejia Arango y Arango Mejía, en relación con la descendencia de José Eugenio Arango Vélez (Nieto de don Domingo Antonio de Arango y Valdés, quien trajo el apellido Arango a Colombia) está vinculada a ciudades como Medellín, Rionegro y Manizales.

12. Nosotros, Bernardo Mejía Arango y Cecilia Arango Mejía y nuestos hermanos, somos la generación 12

13. Nuestros hijos (Jorge Mario Mejía Zúñiga y Andrés Arango Henao Arango) son la generación 13.

Los hijos de ellos son la generación 14 desde que don Domingo Antonio de Arango y Valdés, trajo el apellido a Colombia.

Seguiremos ahora la linea de Elvia Arango Duque y Luis bel Arango Gómez:  retomamos la descendencia en Pedro Pablo Arango Angel, quien es la quinta generación

5. Pedro Pablo Arango Angel, se casó en segundas nupcias con doña Cipriana Montoya Mejía.

6. Lucio Francisco Arango Montoya,  se casó con Mercedes Botero Jaramillo

7. Avelino Arango Botero, se casó con Mercedes Ruiz Echeverri

8. Pedro Arango Ruiz, se casó con Rosa Luisa Ruiz Botero. Este matrimonio es el que figura en el libro Genealogías de Salamina (De Guillermo Duque Botero), probablemente como los primeros Arango de esta linea de nuestra familia que se instalaron allí.

9. Jesús María Arango Ruiz, se casó con Ana  Joaquina Gómez Alzate Duque

10. Joaquín Arango Gómez, quien se casó con Sara Mejía Toro (Hermana de nuestro otro bisabuelo Valentín Mejía Toro)

11. Jesús María Arango Mejía, quien se casó en primeras nupcias con doña Pastora Gómez Vélez, y fueron los padres de Luis Abel Arango Gómez (Padre de Cecilia Arango Mejía). Jesús María Arango Mejía se casó en segundas nupcias con doña Delfina Duque Gómez y fueron los padres de Elvia Arango Duque (Madre de Bernardo Mejía Arango).

12. Elvia Arango Duque y Luis Abel Arango Gómez, nuestros padres, son la generación 12. Elvia Arango Duque se casó  con Arturo Mejía Arango, padres de Bernardo Mejía Arango, quien es de la generación número 13

Luis Abel Arango Gómez se casó con Ana Rita Mejía Arango, padres de Cecilia Arango Mejía, quien igualmente es la generación número 13

Nuestros hijos, Jorge  Mario Mejía Zúñiga y Andrés Henao Arango, son la genración 14 y sus hijos serán la generación número 15, desde la llegada de don Domingo Antonio de Arango y Valdéz, quien trajo el apellido Arango a Colombia, hace unos 354 años.